viernes, 1 de abril de 2016

Cultivando la Paciencia




CULTIVANDO LA PACIENCIA

La Paciencia, qué gran virtud, y la escribo a propósito con letra mayúscula, por el arduo trabajo interior que conlleva practicarla. Siempre me acuerdo de mi querida abuela, que era muy sabia y obtuvo su titulación en la universidad de la vida, y me decía " cariño, la Paciencia, es la madre de la ciencia". Con el paso del tiempo, eres más consciente de que si no la consideras una ciencia y la practicas en tu día a día, los efectos de no hacerlo,  pueden llegar a ser devastadores.

 

Hoy, comiendo con una muy apreciada amiga, a quien dedico este post, se me ocurre que sería muy útil dejaros cinco pautas muy sencillas, con el fin de que adquiráis la tan ansiada Paciencia Oriental, ésta que una vez interiorizada, consigue no perturbarte ni con nada, ni con nadie. Como todo en la vida, requiere voluntad, hábito y como no, Paciencia.


  1. Para y repara : en el preciso momento en el que sientas que vas a entrar en estado de bucle,  identifica la emoción y para tu mente inmediatamente y sobre todo no pronuncies palabras que te puedan traer consecuencias nefastas. La mejor respuesta es el silencio.
  2. Respira: sí así de sencillo, cierra los ojos, y concéntrate sólo en respirar. Comienza a inhalar profundamente por la nariz y exhala suavemente por la nariz. Tu respiración debe ser abdominal, enfócala ahí,  elevando el abdomen en la inhalación  y relajándolo en la exhalación, lleva tus manos sobre el abdomen y focaliza tu atención en el sonido de tu respiración y en el movimiento ascendente y descendente que se produce acompasadamente.
  3. Visualiza: enciende una pantalla en tu mente, como si estuvieras en un cine y proyecta en ella un paisaje, tu paraíso, ese lugar donde te sientes seguro, sereno,  sin preocupaciones y visualízate, observa el entorno, los elementos, los colores, las fragancias, utiliza tus cinco sentidos. 
  4. Pensamiento positivo: cuando comiences a sentirte en calma, transforma el pensamiento, la emoción inicial identificada en el punto número uno, que te ha llevado a sentir ese malestar, y modifícalo por la sensación contraria, que es la emoción positiva. Si has sentido enfado, cámbialo por una sensación de calma, recuerda una situación que te haya producido esa calma, si has sentido miedo, modifica la sensación por una situación vivida en la que te hayas sentido seguro; si has sentido odio, transfórmala en amor, y así con cada emoción negativa cada vez que lo necesites.
  5. El estado de calma: ahora ya en un estado de calma, abre los ojos. ¿ Cómo te sientes?
Si estás acompañado o trabajando en el momento en que necesitas hacerlo, retírate educadamente, aíslate un momento a un lugar tranquilo y practícalo, si puedes sentarte mucho mejor, lo puedes hacer estando en pie. Con la práctica podrás hacerlo sin moverte del sitio o lugar donde estés. Créeme, tu controlas tu mente, y si visualizas los cinco pasos, tu mente no distingue si lo estás haciendo realmente o si lo estás proyectando.


Esta es una de las mejores recetas que te aseguro que funciona. Practícalo y no tengas prisa, ten Paciencia y de la oriental.
Namasté



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